Pedida de mano
Tras una breve coordinación, se logró realizar una sesión mas que casual. Ahí están ellos, tomados de la mano, mirándose a los ojos con un brillo especial. De repente, él se arrodilla y saca una pequeña caja. Ella se lleva las manos al rostro, conteniendo la respiración. Él le dice algo, palabras que solo ellos pueden escuchar en ese momento tan íntimo. Ella asiente con la cabeza, con lágrimas de felicidad rodando por sus mejillas. Él abre la caja y muestra un anillo que brilla como una estrella. Ella lo abraza con fuerza, ¡Es una pedida de mano! Un momento mágico, lleno de amor y promesas, que estoy segura que nunca olvidarán.









